APIS y ChatBots, herramientas esenciales

Aunque sean términos utilizados en ciertos nichos, es importante conocerlos y aplicarlos dependiendo de las necesidades particulares de nuestra organización. La tecnología no es el futuro, es el presente. Y debemos adaptarnos a ella y utilizarla a nuestro servicio. 

En la actualidad, las APIS se han convertido en una parte esencial para cualquier aplicación online. Y los ChatBots no son la excepción. La mezcla de ambas herramientas permite mejorar la productividad de un ChatBot y su capacidad para aumentar la experiencia con los usuarios e impactar directamente en la fidelización del cliente.  

¿Cómo definir los ChatBot y las APIS?

Sabemos que el ChatBot es una herramienta esencial para aumentar la interacción con nuestros clientes a través de espacios virtuales, con estos se multiplican las ventas y se optimiza el proceso de fidelización. 

Como definición simple, se podría decir que un ChatBot es un software capaz de conversar con los usuarios y clientes humanos de una empresa, es decir, no se requiere de una persona que esté 24/7 esperando por un mensaje para responder. 

Los ChatBots, integrados en canales de mensajería como redes sociales o páginas web, permiten desarrollar técnicas de ventas y marketing conversacionales. Asimismo, una atención al cliente automatizada y en algunos casos personalizada. 

Por su parte, las APIS: apllication programming interfaces o en español, interfaces de programación de aplicaciones, son fundamentales en las aplicaciones y webs actuales, entre ellos los ChatBots. 

La función principal de una API es definir las interacciones entre varios softwares y ejercer de intermediaria. De esta manera, la instalación de una API determina qué tipos de solicitudes se pueden pedir a un ChatBot. Suena complejo, pero es bastante funcional. 

Como clientes o usuarios no experimentamos ni detectamos una API, solo vemos los resultados. Pero como organización, la diferencia se ve en la mejora al ofrecer un producto o servicio a través de los ChatBots. 

Por ejemplo… 

Cuando utilizamos cualquier aplicación en nuestros celulares se pone en marcha la API. Esta ayudará a la app, entre otras cosas, a conectarse a internet y enviar información a una fuente de datos, de igual manera, la procesa e interpreta para que el usuario la comprenda. 

Las APIS determinan el modo en que un software interactúa con otro para cumplir los comandos del usuario. Pueden ser personalizadas por completo para una empresa o haber sido diseñadas para una industria en general. 

En cualquier caso, en un funcionamiento normal de ChatBots y APIS, se desenvuelve así: el cliente manda la petición desde el ChatBot, la API gestiona la petición, la traslada al segundo software necesario y devuelve la información más acertada. 

¿Por qué integrar APIS y ChatBots? 

Los ChatBots requieren de APIS para comunicarse con las aplicaciones que están integradas y a su vez, se ocupan de extender las capacidades y funcionalidades de un bot conversacional para aumentar la transformación digital, generar una atención omnicanal o aportar a otros procesos. 

Algunas de las ventajas son: 

• Conectar el chatbot a varios canales de mensajería. Por ejemplo, es esencial contar con la API adecuada para integrar un chatbot en WhatsApp u otro canal digital. 

• Permitir al chatbot procesar los datos de clientes generados a lo largo del texto conversacional. A través de las APIS adecuadas, los bots pueden almacenar y organizar esta información, de modo que esté disponible más adelante para mejorar la atención al cliente.

• A su vez, las APIS pueden ayudar a los chatbots a extraer información relevante de esta base de datos (almacenada, por ejemplo, en un CRM), para potenciar la atención omnicanal.

• Utilizar la Inteligencia Artificial que haga uso del PLN (Procesamiento del Lenguaje Natural), de modo que el chatbot pueda comprender las necesidades del usuario de un modo más completo y contextual. 

Para que una organización avance, la priorización de recursos en la experiencia de usuario tiene que ser estratégica. Invertir en los clientes es la garantía de sostenibilidad a corto, mediano y largo plazo.